—Así que esto es una biblioteca… —¿Te esperabas otra cosa? —La verdad… Yo siempre había creído que una biblioteca era, no sé, como una discoteca. Sólo que en lugar de discos pinchaban libros. —Claro. Y en las hipotecas pinchan caballos, ¿no?
En cierta ocasión,echando un vistazo en la biblioteca de un vecino, encontré uno de esos libros huecos (ornamentales) y lo leí completo. Desde entonces soy nihilista.
Muy ingenioso.
ResponderEliminar(No olvides de poner la tilde de "ésto")
Un abrazo,
Isabel
Isabel, esto nunca lleva tilde, ya que sólo puede ser pronombre.
ResponderEliminarÉsto es tó, ésto es tó, ésto es tódo, amígos !)
ResponderEliminarEn cierta ocasión,echando un vistazo en la biblioteca de un vecino, encontré uno de esos libros huecos (ornamentales) y lo leí completo. Desde entonces soy nihilista.
ResponderEliminarPero que listo es mi chico...
ResponderEliminarPor cierto el hipódromo ¿cómo lo pinchas?
Besos, Al
Me parece que tú a lo que te refieres es al chutódromo.
ResponderEliminarNo, me refería al pinchódromo.
ResponderEliminarBesos, Al