Un placer leerte con el café matinal. Yo hace siglos que no cuento ovejas, hacemos juegos de insomniacos, y no sé lo que es peor.. Ahora cuento vacas, y no veas lo que les cuesta saltar la valla. Con lo cual, no sé si es peor el remedio que la enfermedad. En esto témome no serte de gran ayuda, querido Al.
Un placer leerte con el café matinal.
ResponderEliminarYo hace siglos que no cuento ovejas, hacemos juegos de insomniacos, y no sé lo que es peor..
Ahora cuento vacas, y no veas lo que les cuesta saltar la valla. Con lo cual, no sé si es peor el remedio que la enfermedad.
En esto témome no serte de gran ayuda, querido Al.
Un beso.
Durante sus noches de insomnio, al lobo se le hacía la boca agua.
ResponderEliminarSaludos lelos!
hay quienes contamos Lobos y eso nos produce Insomnio.
ResponderEliminarNo contaré Caperucitas por si las moscas.. que hay mucho Lobo suelto por ahî!!!
ResponderEliminarYo cuento ovejas pero por millones: 1 millón de ovejas... 2 millones de ovejas... así no llego tan lejos.
ResponderEliminarEva: ¿No serán vacas locas?
ResponderEliminarVíctor: Tenía insomnios húmedos.
Ernest: Como Pedro el pastor, que contaba lobos y bolas.
Eva (de nuevo): Si no cuentas cuentos, ¿qué te cuentas?
Marta: Pobre Babe.