—No te vas a creer lo que acabo de ver.
—No me lo digas… ¡Un rovellón!
—Ja, ja. Qué gracioso. No, he encontrado a unos tíos disparándose pintura.
—Ah, eso. Se llama paintball, y es muy típico de este bosque.
—Ya, pero es que eran gnomos.
—Sí, eso también es muy típico.
Yo vi un moscardôn pintado de rovellôn, escondido en la tercera seta a la izquierda detràs del hada nefasta que le dio una colleja al gnomo por equivocarse de caseta.
ResponderEliminarBesos, que eso también es muy tîpico en mî, lo de darlos, digo.
Jajajaja me ha hecho gracia!
ResponderEliminarSaludos en mi primera incursión a tu blog,
Paula
Bienvenida, Paula. Espero que no sea la última. :-)
ResponderEliminar