El Cíclope puede tolerar muchas cosas. Pueden insultar a su padre (el rey Tuerto, como ya se ha dicho) o a su madre (que no tenía ojos), y no se inmutará. Pero que a nadie se le ocurra hacer broma a costa de su afición a la literatura de Tolkien.
El golpe de estado duró lo que duran dos mandobles, uno por cada cuello.
Muy, muy bueno.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Hasta pronto