Al final de la calle han abierto un karaoke-harakiri. Es como los karaokes de toda la vida, con la diferencia de que cantar bien es una cuestión de honor.
Definitivamente, ese lugar está prohibido para míUn beso
En mi calle hay un karaoke-kikirikí: Allí son los "gallos" los que imperan
Alís: No te pierdes nada.Miguel: Espero que esté bien insonorizado.
Definitivamente, ese lugar está prohibido para mí
ResponderEliminarUn beso
En mi calle hay un karaoke-kikirikí: Allí son los "gallos" los que imperan
ResponderEliminarAlís: No te pierdes nada.
ResponderEliminarMiguel: Espero que esté bien insonorizado.