—Muy bien, vosotros lo habéis querido —anunció Pilatos—. Crucificaremos a Barrabás, pero no se lo diremos a nadie. —¿Y yo? —preguntó el indultado. —Tú serás Barrabás, de ahora en adelante.
El nuevo Barrabás falleció poco después en un lamentable accidente, mientras el auténtico resucitó al tercer día y le robó la vida eterna al indultado. El ladrón fue adorado por siglos...
Y luego dicen que la justicia es ciega.. :p
ResponderEliminarPero ve en la oscuridad, como decían en una vieja serie.
ResponderEliminar¿Así fueron las cosas? Suerte que alguien me avisa.
ResponderEliminarFelicitaciones
El nuevo Barrabás falleció poco después en un lamentable accidente, mientras el auténtico resucitó al tercer día y le robó la vida eterna al indultado. El ladrón fue adorado por siglos...
ResponderEliminarUn beso
Hola, me ha encantado tu blog, asi que me suscribo
ResponderEliminarinmediatamente, espero puedas pasar por el mio
Besitos Fay.
Patricia: Si no fueron así, fueron de otra manera. O no fueron.
ResponderEliminarAlís: Creo que me he perdido.
Fay: Muchas gracias. Me pasaré inmediatamente.
Este estaba sentenciadito. Me gusta.
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