Desde que se pinchó con un guisante, la princesa no pega ojo. El Consejo de Sabios dice que sólo la puede curar el príncipe Muermo, célebre por los discursos de Nochebuena que le escribe a su padre.
De todos modos, la princesa prefiere seguir besando ovejas.
Tiene toda la pinta de ser una que yo me sé.
ResponderEliminarMuy lista la princesa
ResponderEliminarUn beso
¿En qué se puede convertir una oveja con un beso de princesa?
ResponderEliminarEn plato de perdices... en este caso.
Muy divertido collage