Magisterio ya, señor cuentista de brevedades. En estos tiempos de stress y de estrecheces mentales, de horas que ya no son lo que eran y libros que siempre pesan más de lo que uno está dispuesto a soportarlos, me siento a gusto en tu página. Hay que verla por partes. A trozos. Sin empacho. Estoy encantado con ella. Me parece aire. Gracias, de verdad. No se me ponga ud. gordo. Es la evidencia de un trabajo bien hecho. Y yo que lo disfrute.
Magisterio ya, señor cuentista de brevedades. En estos tiempos de stress y de estrecheces mentales, de horas que ya no son lo que eran y libros que siempre pesan más de lo que uno está dispuesto a soportarlos, me siento a gusto en tu página. Hay que verla por partes. A trozos. Sin empacho. Estoy encantado con ella. Me parece aire. Gracias, de verdad. No se me ponga ud. gordo. Es la evidencia de un trabajo bien hecho. Y yo que lo disfrute.
ResponderEliminarGracias, Emilio. Si me pongo pesado, deme un toque.
ResponderEliminar