Se compró una casa grande. Demasiado grande. No soportaba verla tan vacía, y la empezó a llenar de familiares, amigos, vecinos, okupas, testigos de Jehová, carteros, repartidores de pizzas, prostitutas, instaladores del parqué, ladrones… Siempre había sitio para alguien más.
Un día llegaron unos policías. Investigaban el secuestro de un concejal. Había tanta gente que tardaron cuatro días en encontrar al concejal. No les sirvió de gran cosa, porque no salieron de la casa. Nadie lo hizo.
jueves, 29 de abril de 2010
819. Horror vacui
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4 comentarios:
Donde queda? --- hay lugar para uno mas? --- mi perro y yo, somos tranquilos y colaboramos con la limpieza.
La casa de la que nadie salía... muy bueno.
Un saludo indio
Con una casa tan grande sólo puedo pensar en la pregunta que se haría mi madre: ¿y quién la va a limpiar? (con tanta gente, además, debe estar sucísima).
Muy bueno el cuento
Un beso
Valentín: Lo siento, pero la plaza del perro ya la ha ocupado un tal Diógenes.
No Comments: Eran tan educados que antes de salir dejaban entrar.
Alís: Hay tanta gente que no dejan ver la suciedad.
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