martes, 30 de septiembre de 2008

243. Silencio

—Otra vez fútbol.
—¿Qué pasa? ¿Te molesta?
—Pues sí, la verdad.
—Pensaba que te gustaba…
—Sí, pero no es eso. Lo que me molesta es que cambies la emisora cuando soy yo quien está conduciendo.
—¿Ah, sí?
—Sí…
—Pues perdone usted. Pon lo que quieras.
—Déjalo. Es igual.
—No es igual.
—¡Sí es igual! Ahora me apetece escuchar el fútbol.
—…
—…
—…
—¿Qué pasa? ¿Por qué no dicen nada?
—Están guardando un minuto de silencio.
—¿Por quién?
—Por el hermano de un jugador. Lo atropelló un camión de bomberos, creo.
—…
—…
—…

Se oye una sirena.

¿¡¡Qué haces!!?

lunes, 29 de septiembre de 2008

242. La sirena

[…] y en mi pecho yo anhelaba escucharlas.

HOMERO, Odisea

Cuando la sirena entonaba su canto, todos se sentían atraídos sin remedio hacia ella.

Los más precavidos seguían el ejemplo de Odiseo y sus navegantes: unos se ponían tapones en las orejas; otros se hacían atar a un árbol, un poste de la luz o una farola.

Sin embargo, la mayoría acababa bajo las ruedas del camión de bomberos.

domingo, 28 de septiembre de 2008

sábado, 27 de septiembre de 2008

240. La medalla

—Por haber arriesgado tu vida al servicio de la comunidad, este senado te concede la Medalla del Honor y de la Gloria.

El ratón barbicano, colilargo y hociquirromo coge la medalla. Con gran ceremonia, la acerca al pecho del ratón barbilampiño, colicorto y hociquilargo.

Entonces lo ve.

—¿Qué es esto?

viernes, 26 de septiembre de 2008

239. PECAG

—¿Ya has vuelto?
—Sí… ¿De dónde?
—¿De dónde va a ser? De PECAG, claro.
—¿PECAG?
—Ponerle El Cascabel Al Gato.
—Ah… Sí, ya he vuelto.
—Y… ¿cómo ha ido?
—Bien.
—¿Se lo has puesto?
—Sí. Claro.
—¿No ha habido ningún tipo de… de incidencias?
—No.
—O sea: ¿se lo has puesto…, así, sin más?
—De eso se trataba, ¿no?
—…
—…
—Muchacho, no sé si eres consciente, pero te acabas de convertir en un héroe. Tu hazaña será recordada por los meses de los meses.
—Bueno, no creo yo que…
—No seas modesto.

El gato se quita los auriculares. El micrófono funciona perfectamente.

jueves, 25 de septiembre de 2008

238. ¿Por qué en las agencias de publicidad no se hacen series de televisión? II

—¿Cómo ha ido? —pregunta el redactor ojeroso.
—Bien —contesta el ejecutivo de cuentas.
—¿Bien…?
—Muy bien.
—Ah, bien.
—Les ha gustado el animatic.
—¿El de setenta minutos?
—Sí, el de setenta minutos.
—Pero… ¿lo han comprado todo?
—Bueno, todo-todo, no.
—Hay cambios, ¿no?
—Más que cambios… Hay un reajuste presupuestario.
—¿Qué?
—Al final sólo saldrán con la reducción a diez segundos.
—…

miércoles, 24 de septiembre de 2008

237. ¿Por qué en las agencias de publicidad no se hacen series de televisión?

En un despacho. A un lado de la mesa hay un director creativo. En el lado opuesto, un redactor ojeroso.

Durante setenta minutos, aproximadamente, el redactor ojeroso lee el guión que ha escrito para un episodio de Aquí no hay quien viva siete vidas. El director creativo no lo interrumpe ni una sola vez.

Transcurridos los setenta minutos aproximados, el redactor ojeroso levanta la vista del texto.

El director creativo lo mira con cara de pared. Una pared no apta para jugar a pelota vasca.

Después de un minuto largo, el director creativo rompe el silencio.

—¿Qué más?

martes, 23 de septiembre de 2008

236. No me llames Soberano, llámame Magno (otro anacronismo con Alejandro como protagonista)

Alejandro está ocioso. Ya ha conquistado todo lo conquistable y ahora se pasa el tiempo inventando pasatiempos absurdos. También bebe y lee con desmesura.

Una vez concluido su quinto Centenario (Terry), coge el libro que le ha dejado su amigo Sigmund: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Como está en versión original, hay muchas palabras que no conoce. Por ejemplo, entuertos.

—Querrá decir ‘nudo gordiano’.

lunes, 22 de septiembre de 2008

domingo, 21 de septiembre de 2008

234. El sueño de Penélope

A N.O.

Descubre a Alejandro deshaciendo el sudario. Quiere regañarlo, pero tiene un nudo en la garganta.

Alejandro se lo deshace sin desenvainar la espada.

sábado, 20 de septiembre de 2008

233. El sueño de Teseo

Todavía no ha salido del laberinto. Su situación pende, literalmente, de un hilo. Teseo sonríe. No está muy habituado a hacer juegos de palabras, y menos en un sueño.

Se detiene. El hilo tiene un nudo. Le sorprende este descuido por parte de Ariadna. Podría deshacerlo, pero para ello tendría que volver a desenrollarlo. No vale la pena.

De repente, aparece Alejandro con la espada desenvainada.

viernes, 19 de septiembre de 2008

232. Ovejas

—Y las ovejas, ¿qué cuentan las ovejas para dormirse?
—Lo mismo que los lobos.

jueves, 18 de septiembre de 2008

231. Lobos

—Los lobos, por ejemplo. ¿Qué cuentos les cuentan los lobos a sus hijos?

Apuró su vaso de güisqui antes de contestar con voz vidriosa:

—Los mismos que las ovejas.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

230. Nudo gordiano

Alejandro había encontrado una manera de deshacer el nudo.

—Es demasiado embrollado —dijo su jefe de prensa.
—¿Qué?
—Mira, Álex. Estoy seguro de que lo puedes conseguir, pero… ¿cómo lo van a explicar los cronistas? Y, aun suponiendo que sean capaces de describirlo: ¿crees que le va a interesar al público? Háblales de batallas, amoríos, traiciones… pero no les expliques cómo se deshace un nudo. Eso no vende.
—Ya, pero… ¡tengo que deshacerlo!

El jefe de prensa posó sus manos sobre los hombros de Alejandro.

—¿Quieres un consejo? Corta por lo sano.

martes, 16 de septiembre de 2008

229. Gotan City

Gotan es tango de vuelta e ida. Un bumerán lunfardo que vuelve al sur bajo luces de bandoneón, peatonal Lavalle esquina Esmeralda. El hotel se encuentra en la misma manzana donde nació Borges: lo leo en la Lonely Planet. ¿Lo sabían en la agencia?

Una multitud de peatones le da la espalda a la Iglesia Universal del Reino de Dios. Frente a ellos, el televisor de un escaparate encarna los goles parabólicos de Diez Todopoderoso, señor del cielo y de la hierba.

La Catedral es una agencia de publicidad. Museum es un boliche.

Junto al cementerio, en Los Inmortales, cenamos una pizza de nombre parecido a Piazzolla.

Y nos desayunamos a besos dulces de leche como los alfajores que venden en el Triangle de la plaza de Catalunya. Sergio Makaroff los menciona en un artículo. Su hermano Eduardo está en Gotan Project.

lunes, 15 de septiembre de 2008

228. Sinsentido (cuento sin argumento)

¿Qué sentido tiene recordar lo que nunca fuimos? ¿Qué sentido tiene planear lo que nunca haremos?

¿Qué sentido tiene escribir un cuento que nadie leerá porque nunca lo habremos escrito?

domingo, 14 de septiembre de 2008

227. Resaca del domingo mañana

Ya nadie se acuerda de Tony Manero. Ya nadie se acuerda de Vincent Vega. Ya nadie se acuerda de la cienciología.

Ya nadie se acuerda de que travolta (como alzheimer) era un apellido.

sábado, 13 de septiembre de 2008

226. Replicante replicado

Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como el Diluvio Universal en una lágrima de Dios.

viernes, 12 de septiembre de 2008

225. Más difícil todavía

—Yo he escrito un libro con mil diecisiete cuentos.
—Pues yo he traducido los juegos de palabras de muchos (demasiados) de esos cuentos.
—No lo dirás por el onagro.
—Mira, tío, no me lo recuerdes.

jueves, 11 de septiembre de 2008

224. Diálogo esdrújulo (y estúpido)

—Son las palabras esdrújulas las que me levantan el ánimo. Decir sístole, plátano, incógnita, automático, metástasis, Calígula, melancólico, nefrítico, folclórica, energúmeno, apóstata, plácido, sulfúrico, indómito, mística, química, apocalíptico, ático, sótano y diástole varias veces al día me hace sentir eufórico.
—¿Y eso? ¿Te lo ha recetado el médico?
—No, el farmacéutico.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

223. Da Vinci acelerado

Leonardo da Vinci era un hombre adelantado a su tiempo. Tan adelantado que estuvo a punto de escribir la adaptación cinematográfica de El código Da Vinci.

martes, 9 de septiembre de 2008

222. Autobiografía

Odiseo está tan ocioso que ha empezado a escribir su propia biografía en clave de ciencia-ficción. Como la modestia le impide firmar con su propio nombre, se ha inventado un seudónimo: James Joyce.

El título de la obra es Ulises 31.

lunes, 8 de septiembre de 2008

221. No me llames Odiseo, llámame Ulises

—¿Ulises?
—Sí, Ulises. ¿Es que no sabes que el latín es la lengua del futuro?

Odiseo está muy ocioso últimamente.

domingo, 7 de septiembre de 2008

220. Productos lácteos

—La leche es como la energía, que no se destruye: se transforma en queso, en yogur o en cualquier otro producto lácteo. Pero de ahí a decir que la leche es fuente de energía va un buen trecho; porque, del mismo modo que la energía no se destruye, tampoco se crea: luego no puede existir una “fuente de energía”.
—Las fuentes de agua no crean agua, ¿verdad?
—Bueno, ya está bien.

sábado, 6 de septiembre de 2008

219. El sudario II

Por fin, Penélope encontró a la persona que destejía su sudario por las noches.

Era Teseo, que aún no había superado lo de Ariadna.

—¡Pobre infeliz! —exclamó Penélope—. ¡Se paró tu reloj infantil!

viernes, 5 de septiembre de 2008

218. El Chanquete de Avellaneda

—¡Chanquete ha muerto! ¡Chanquete ha muerto! —gritaba Pedro, el pastor de ovejas vaporosas.

Esta vez era verdad.

jueves, 4 de septiembre de 2008

217. Como la espuma

La cerveza se me sube a la cabeza, pero sólo la espuma. La empiezo a regurgirtar; me tapo la boca, y la espuma sale a borbotones por las orejas, la nariz, los ojos. Es un proceso imparable y el servicio de caballeros está ocupado.

Los bomberos hacen bromas a mi costa. Parece que no es la primera vez.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

216. La paja

Aun teniendo el ojo obstruido por una viga, a la cigüeña le resultó mucho más fácil encontrar la paja en el ojo del Espantapájaros.

martes, 2 de septiembre de 2008

215. La aguja

La cigüeña llevaba horas hurgando en las entrañas del Espantapájaros. Pero ni rastro de la aguja.

—Nada. Esto es más difícil que encontrar una aguja en un pajar.

Lo que la cigüeña no dijo es que empezaba a sospechar que todo aquello era psicosomático.

lunes, 1 de septiembre de 2008

214. Regreso al 'Titanic': El regreso

A los pasajeros del siglo XXIII les gusta apoyarse en la proa, con los brazos abiertos, y gritar: “¡Soy el rey del mundoooo!” Aunque la mayoría no lo sabe, el origen de esta pintoresca costumbre tiene que ver con una película de finales del siglo XX.

Luego pasa lo que pasa. Y es que, con tanta gente haciendo el idiota en la proa, es normal que nadie viera el iceberg.