martes, 23 de septiembre de 2008

236. No me llames Soberano, llámame Magno (otro anacronismo con Alejandro como protagonista)

Alejandro está ocioso. Ya ha conquistado todo lo conquistable y ahora se pasa el tiempo inventando pasatiempos absurdos. También bebe y lee con desmesura.

Una vez concluido su quinto Centenario (Terry), coge el libro que le ha dejado su amigo Sigmund: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Como está en versión original, hay muchas palabras que no conoce. Por ejemplo, entuertos.

—Querrá decir ‘nudo gordiano’.

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