Hace cuarenta años que no le dirige la palabra a su padre. Exactamente, desde el día en que halló a su soldadito de plomo convertido en soldadito de oro.
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5 comentarios:
Ni yo le hablaría, es romper la infancia para pasarla directamente a la vida adulta sin anestesia.
Excelentes letras.
Como dice Ex-compi... yo tampoco le hablaría. Me imagino al pobre hijo del Rey Midas, con todos los juguetes de oro... En el asilo acabaría el Rey y con razón. Besos
Ex-compi: Romper la infancia, o desplomarla.
Angus: Gracias.
Casiopea: Pobre príncipe. Para colmo, siempre supo que los Reyes eran los padres. (Chiste viejo.)
Que cabr*** el alquimista. Aunque el hijo se podría vender el de oro y comprarse miles de plomo.
Un saludo.
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