—¿Cómo es posible que en pleno siglo I haya países donde sigue existiendo la pena de muerte? —se pregunta el turista mientras se hace un retrato a los pies del crucificado.
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Premio Bubok 2009
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Obras completas (y otros cuentos)
JAVIER MARÍAS, “O que yo pueda asesinar un día en mi alma”
El País Semanal, nº 1.600, 27 de mayo de 2007
3 comentarios:
Genial!
Oh tan sofisticado el egipcio…
Javi: Gracias.
Valentín: Es que los egipcios eran unos expertos en mirar para otro lado. Por eso siempre los sacaban de perfil.
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