—¡Mira, una estrella fugaz! Pide un deseo.
—Oye, que se escapa…
—Es fugaz, no fugitiva.
—¡Calla y corre! —exclama Melchor.
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El País Semanal, nº 1.600, 27 de mayo de 2007
3 comentarios:
Jaja, ya sabés que los cuentos de magos me pueden.
Nunca se les reconocerá lo suficiente, pero tiene mucho mérito seguir a una estrella fugaz.
Me pareció tierno este cuento (tal vez sea mi mirada).
Un beso
Claudia: Yo prefiero las magas. ;-)
Alís: Creo que es tu mirada. Beso.
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