El químico se halla sumergido en una bañera llena de cocacola de la marca Coca-Cola. Cada vez que asoma la cabeza, su esposa lo golpea con una manzana.
—Más fuerte, mujer.
—¿Así?
—No, más fuerte.
—¿Así?
—No, más fuerte.
—¿Así?
—No, no tan fuerte.
—¿Así?
—¡Eureka!
—¿La tienes?
—La tengo.
domingo, 3 de octubre de 2010
976. La fórmula secreta
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2 comentarios:
Hola!! jejejeje Gracias por compartir!!
Te dejo un relajante y cálido abrazo de luz.
Beatriz
Los científicos me parecen muy surrealistas
Un beso
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