Ser astronauta sin haber sido aviador: éste fue el error de Ícaro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Los últimos días de Clark K.
Finalista del
Premio Bubok 2009
A la memoria de los elefantes
AUGUSTO MONTERROSO, “El dinosaurio”
Obras completas (y otros cuentos)
JAVIER MARÍAS, “O que yo pueda asesinar un día en mi alma”
El País Semanal, nº 1.600, 27 de mayo de 2007
5 comentarios:
¿Sería una mezcla de ambición e impaciencia?
Un beso
De acuerdo.
¿Y por qué es necesario ser cocinero antes que fraile?
Hay muchos ícaros que no alzan el vuelo nunca..
Si ya lo dice el refrán
Toro pasado, no mueve molino ;)
Besos, Al.
Alís: ¿Ambiciencia?
Miguel: Porque después es más difícil.
Jordim: Eso es porque apuntan demasiado alto.
Zarzamora: Y cualquier toro pasado fue mejor.
Publicar un comentario