El cine se ha convertido en un negocio totalmente desvinculado del factor artístico. No como antes. Aquello sí que eran unas palomitas como Dios manda.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Los últimos días de Clark K.
Finalista del
Premio Bubok 2009
A la memoria de los elefantes
AUGUSTO MONTERROSO, “El dinosaurio”
Obras completas (y otros cuentos)
JAVIER MARÍAS, “O que yo pueda asesinar un día en mi alma”
El País Semanal, nº 1.600, 27 de mayo de 2007
6 comentarios:
Y, como gran parte del "arte contemporaneo", demasiado caras !)
Además de verdad.
Y pipas también se comían como Dios manda.
Besos, Al.
Y en sesión contínua.
Cinema Paradiso, per sempre, Al.
Y las pantallas son cada vez más pequeñas, como la bebida y la bolsa de palomitas
Un beso
(!): Cierto. Aunque lo peor son las palomitas coloreadas, que atentan contra la obra original.
Zarzamora: Ese mandamiento me lo perdí.
Miguel: Pero mejor sin censura.
Alís: Lo único que es cada vez más grande es el precio de la entrada.
Publicar un comentario