lunes, 28 de junio de 2010

879. En la Valencia de la Luna

He comprado una parcela en la Luna. No para mí, sino para mis bisnietos. O mis tataranietos. Algún día la disfrutarán. Yo no lo veré, pero hay que pensar en el futuro, ¿no? Además, ahora puedo contribuir a la destrucción de la Tierra con la conciencia tranquila.

Las tierras en la Luna están baratas. El metro cuadrado sale a pocos euros. Pero seguro que en uno o dos años se pone por las nubes. Por eso, y porque espero tener muchos tataranietos, he comprado una parcela del tamaño de Valencia. La he llamado Valencia, de hecho. La Valencia de la Luna, ¿lo pillas? Como la luna de Valencia, pero al revés.

Algún día puede ser un país. Pequeño, tal vez, pero eso depende de cómo sean los otros países. Yo por si acaso ya he empezado a redactar una Constitución.

7 comentarios:

Alís dijo...

Igual será mejor que no se confíe y cuide de la Tierra, o no llegará a tener tataranietos que disfruten de Valencia de la Luna.
Ay, que la ambición los ciega y los vuelve más tontos...

Un beso

Gata dijo...

Y habrá agua de Valencia? y las fallas?

¡hala! ya empezamos a contaminar

un beso

Carzum dijo...

jeje, buenísimo, recuerdo cuando hace un año, más o menos, leí en prensa o vi en la tele, no recuerdo bien, la noticia de la venta de parcelas en la Luna, qué cosas!!! Por cierto, me encantó el blog. ;-)

María dijo...

Si en la tierra compramos parcelas de "tierra o terreno" ¿En la luna cómo se diría? "luna o lunero?
Y... "estar por las nubes" hablando desde la luna es barato o tb es caro aunque éstas estén abajo?
Bs!!

Víctor dijo...

Cuidado no te recorte esa constitución el Gran Tribunal Constitucional, que ya tiene las tijeras bien afiladas.

Un saludo.

Unknown dijo...

Me cae bien que alguien sea tan soñador y visionario.

Alberto Ramos dijo...

Alís: Eso es demasiada responsabilidad para una sola persona.

Gata: ¿Y circuito de fórmula 1?

Carzum: Gracias. Creo que la noticia es más antigua, porque esto lo escribí hace más de tres años y no soy un visionario. ;-)

María: O "luneno". Creo que es más caro, porque las nubes están mucho más lejos.

Víctor: Bueno, si no les gusta mi Constitución, tengo otra (parafraseando por todo el morro a Groucho).

Carlos: A mí también.