Es un pirata de raza. Su extraordinario talento le ha permitido conservar todos sus miembros. Y es que, a pesar de llevar cientos de abordajes en su currículo, sigue teniendo dos brazos, dos piernas y dos ojos. Así es muy difícil hacerse respetar.
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3 comentarios:
Genial: la habilidad profesional les resta credibilidad a los pobres piratas jajajjaaja
Ays. Me dará pena el día que llegue el cuento 1.017 ;)
Si sólo ocurriera con los piratas... En muchas profesiones, no vale ser bueno, ni siquiera basta con demostrarlo. Hay que aparentarlo.
Muy bueno
Besos
Saroide: Todo llega.
Alís: Es cierto. Por ejemplo, en uno de los oficios más antiguos del mundo: esposa del César.
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