Sucedió unos días antes de que la Bella Durmiente cumpliera un mes de dormida. Sus padres estaban a su lado, discutiendo.
—Perdón, me he equivocado.
El príncipe Tímido no volvió nunca más.
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2 comentarios:
Y que guay ¿no? Lo de pasarse la vida durmiendo, digo.
Besos, Al.
Ya te digo.
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