Desde que pusieron precio a su baba, el caracol ya no tiene garantizado el derecho a la vivienda. En cualquier momento le pueden arrebatar sus mucosidades, inhabilitándolo para regenerar su caparazón.
Quizás pida una hipoteca.
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4 comentarios:
Lamentablemente hoy le hemos puesto precio hasta aquello que no lo tiene sólo por ilusión de posesión.
En cualquier momento se las arrebatan, o empetrolan, o las mezclan con uranio o...
El interés envenena todo
Un beso
Las tres tenéis toda la razón (es ex aequo).
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