Fulano y Mengano compartieron pupitre durante todo un curso. Luego, uno de los dos cambió de colegio. No volvieron a encontrarse hasta treinta y cuatro años más tarde, en las antípodas de su antigua escuela.
—El mundo es un pañuelo —dijo Mengano.
Fulano se sonó con fuerza, localizó una papelera y tiró el kleenex.
—Perdón. ¿Qué decías?
sábado, 14 de agosto de 2010
926. El mundo
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5 comentarios:
Qué cruel puede ser el lenguaje textual... y qué irónicas las coincidencias.
Un beso
Así vamos...
Pues es cierto.. nunca sabemos a que vertedero nos dirigimos :p
Sí, ya veremos cuanto mugre y mocos aguanta ¿será que nosotros somos los mocos?, me gustó mucho este cuento, el de 926: no tanto como éste. ¡felicidades!
Alís: Y qué coincidentes las ironías.
Patricia: … y así nos va.
Mademoiselle: Estamos "abocados" al desastre.
Juan: Gracias, pero el 926 es éste.
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