A los amigos de la nada
Ha sido visto y, sobre todo, oído en: Barcelona, São Paulo, Buenos Aires, Santiago de Chile, Caracas... Siempre el mismo instrumento y las mismas notas, pulcramente ordenadas en una composición capicúa.
La gente comenta que ahora se lo ve y se lo oye con bastante menos frecuencia. Es normal: sólo queda un afilador y no puede estar en todos los sitios a la vez.
2 comentarios:
Me ha encantado este cuento. Me ha parecido especialmente bonito. Será porque mis raíces están en la tierra de los afiladores.
Por aquí (Santiago de Chile) todavía se oye de vez en cuando un afilador. Invita a viajar en el espacio y en el tiempo, a ensoñaciones varias...
Un beso
Gracias, Alís.
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