—En mi imperio nunca se pone el sol.
—En tu imperio siempre se pone el sol.
—¿Cómo? ¿Osas contradecirme?
—No te contradigo. Sólo digo que en tu imperio siempre se pone el sol.
—¿Me estás diciendo que el sol puede ponerse y no ponerse al mismo tiempo y en el mismo lugar?
—Exactamente.
—¿Esto quién lo dijo? ¿Heráclito?
—En absoluto. Lo digo yo, Severiano, padre bastardo de la filosofía cuántica.
—Entonces, dime, Severiano. Siguiendo tu línea de pensamiento, ¿puedo hacer que te cuelguen por llevarme la contraria y absolverte por no llevármela, al mismo tiempo y en el mismo lugar?
—No y sí.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
958. El emperador y el filósofo
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3 comentarios:
Lo que no sé si podrán es colgarlo y no colgarlo al mismo tiempo y en el mismo lugar...
Un beso
Sí, porque, como decía Parménides, el ser es y el no-ser no es.
Ah, la opinión de los mortales…
Saludos.
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