—Cuando diga una palabra que sólo yo conozco, despertarás.
Un instante después, el hipnotizador cae fulminado. Vamos, que se muere.
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El País Semanal, nº 1.600, 27 de mayo de 2007
8 comentarios:
Me pareció un buen texto, pero se desinfla en la última frase.
Brillante la idea.
Sí, yo también lo hubiera terminado cuando cae fulminado el hipnotizador.
Pos claro, cuanta soberbia, el hipnotizador sólo podía morir por listillo. Guay, pero que muy guay..
La mosca del 1.017 que te siga inspirando.
Un hipnotizador jamás se muere, solo se entrega a un juego final eterno donde ustedes los mortales son las marionetas rotas por la vida.
por cuestiones espacio.temporales (es que espacio y tiempo es lo mismo, me dijo un amigo físico -también de presencia- el otro día) me paso por aquí de pascuas en ramos, pero vaya si lo disfrtuto
por cuestiones espacio.temporales (es que espacio y tiempo es lo mismo, me dijo un amigo físico -también de presencia- el otro día) me paso por aquí de pascuas en ramos, pero vaya si lo disfrtuto
Me parece buena la idea, aunque creo haberla leído antes en algún otro lugar, quizás algún texto de Andrés Neuman, no sé. Y coincido con Daniel y Pablo: el final podría ser más directo.
Un saludo.
Los hay que no están echos para oir palabras tan serias
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