Eran los mejores amigos. Y lo siguen siendo, aunque no se han visto desde que acabaron el colegio. Uno de ellos es un amigo imaginario. El otro, también.
¿Quién ha dicho que los amigos imaginarios no pueden tener imaginación? Sí la tienen. Vaya si la tienen. Yo, sin ir más lejos, tenía uno. En serio, ¿no te lo había dicho? Tenía un amigo imaginario. Lo nuestro sólo duró unos meses: él no tardó en imaginarse otro amigo.
jueves, 24 de diciembre de 2009
693. Amigos
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2 comentarios:
Anda, yo también estoy solo en esta habitación de los amigos imaginarios. ¿Qué tal si jugamos? A un amigo que tuve le gustaba jugar a la queda. Según él, el que se queda debe de cerrar klos ojos y esperar a que la cabeza le de vueltas. ¿Qué quién era mi amigo? Creo que se llamaba Frankes...
Los amigos imaginarios tienen los dientes más lindos!
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