—No sé por qué me he apuntado al gimnasio, si luego no voy.
—¿Y pagas mucho?
—No, sólo las veces que voy.
—Entonces, ¿cuál es el problema?
—¿El problema, dices? Pues que, cuando llevo más de cuatro días sin ir, me mandan a casa cantidades industriales de comida basura.
—Entiendo.
—Y lo peor es que está buenísima.
viernes, 8 de enero de 2010
708. Un gimnasio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
¿Por qué casi siempre que algo esta muy bueno, está prohibido?
Un abrazo
A veces no está prohibido, pero el precio es prohibitivo.
Publicar un comentario