viernes, 14 de mayo de 2010

834. El horror

—La casita de chocolate se ha convertido en un museo.
—¿Un museo del chocolate?
—No, un museo del horror.
—Ah, entiendo. Niños encerrados, brujas calcinadas…, cosas de ésas, ¿no?
—¡Qué va! Arquitectura horrorosa, interiorismo horroroso…, cosas de ésas.

4 comentarios:

A.L.Zarapico dijo...

Muy suspicaz! Saludos.

Alís dijo...

jeje

Es que no cuidan nada la estética...


Un beso

claudia paredes dijo...

Chocolate derretido y copos esparcidos por todos lados. Un asco.

Alberto Ramos dijo...

A.L.Zarapico: Saludos.

Alís: Un beso.

Claudia: Otro beso.