sábado, 3 de julio de 2010

884. Tropiezo

—¡Oye, vigila por dónde andas!
—Lo siento…
—Un momento. Tú… tú… tú… ¡tú eres mi clon!
—¿Ah, sí? Pues mira qué bien. Y ahora, ¿me dejas pasar? Tengo un poco de prisa.
—Pero… ¿no me vas a abrazar? ¿No vas a derramar una lagrimita siquiera?
—¿Y por qué iba a hacer eso?
—Porque eres mi clon, joder.
—Mira, tío. Vete a tomar por culo.
—Oye, tú a mí no me hablas así.
—Oye, tú a mí no me hablas así.
—¿Me estás vacilando?
—¿Me estás vacilando?

2 comentarios:

Alís dijo...

Auguro una larga contestación.
Qué bueno, jajaja

Un beso

Lou dijo...

Si yo me encontrara a mi clon...cambiaría de acera...jajajaaj!!



muy bueno!!