—Siento que he perdido el norte.
—Tú lo que necesitas es una brújula.
—¿Una brújula? Yo soy una brújula.
—Por eso mismo.
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3 comentarios:
Quizá fue el norte el que perdió su brújula
Desde luego ése es el colmo de una brújula...
¿Debería hacer oposiciones a veleta?
Un beso
María: El norte anda desnortado. ¿Quién lo desdesnortará?
Alís: Otro gallo cantaría, desde luego. ;-)
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