jueves, 1 de octubre de 2009

609. En el país de los ciegos VI

El Cíclope puede tolerar muchas cosas. Pueden insultar a su padre (el rey Tuerto, como ya se ha dicho) o a su madre (que no tenía ojos), y no se inmutará. Pero que a nadie se le ocurra hacer broma a costa de su afición a la literatura de Tolkien.

El golpe de estado duró lo que duran dos mandobles, uno por cada cuello.

1 comentario:

Pluma Roja dijo...

Muy, muy bueno.

Saludos cordiales.

Hasta pronto