sábado, 7 de febrero de 2009

373. La mentira

Me dijeron que si decía mentiras me crecería la nariz. Por eso nunca dije ninguna. Hasta el otro día. A mi nariz no le pasó nada. Me habían mentido.

10 comentarios:

el marido de la portera dijo...

Tus cuentos me han gustado tanto que me he convertido en seguidor tuyo. Felicidades por el blog y un saludo.

adriana rey dijo...

Uy! entonces era mentira??? O es verdad y esta es otra mentira tuya?

Alberto Ramos dijo...

Muchas gracias, marido de la portera. Suena raro eso de tener seguidores. No sé por qué, pero me hace pensar en 'La vida de Brian'. Un saludo (y otro para la portera).

Adriana, ¿que quieres decir con lo de "otra" mentira?

adriana rey dijo...

ja ja, perdón creo que me he excedido en mi sinceridad...

adriana rey dijo...

Ah, por cierto, estoy celosa del marido de la portera, a mí no me has agradecido ser tu seguidora ni una sola vez!

Alberto Ramos dijo...

Discúlpame, Adriana. Tú también tienes mi agradecimiento sincero.

adriana rey dijo...

jajaja estás perdonado.

claudia paredes dijo...

Dicen aquí que la mentiras tiene "patas cortas". Como verás, el asunto de la mentira siempre parece ir unido al cuerpo ;)

Alberto Ramos dijo...

Aquí dicen que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Supongo que eso también tiene que ver con el tamaño de las patas.

Soldado Raso dijo...

Yo nunca he dicho una mentira... bueno, esta es la primera.

Grande al!