Mañana tengo que hacer inventario de ovejas. Le pediré a mi vecino el insomne que me eche una mano.
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Finalista del
Premio Bubok 2009
A la memoria de los elefantes
AUGUSTO MONTERROSO, “El dinosaurio”
Obras completas (y otros cuentos)
JAVIER MARÍAS, “O que yo pueda asesinar un día en mi alma”
El País Semanal, nº 1.600, 27 de mayo de 2007
6 comentarios:
Un placer leerte con el café matinal.
Yo hace siglos que no cuento ovejas, hacemos juegos de insomniacos, y no sé lo que es peor..
Ahora cuento vacas, y no veas lo que les cuesta saltar la valla. Con lo cual, no sé si es peor el remedio que la enfermedad.
En esto témome no serte de gran ayuda, querido Al.
Un beso.
Durante sus noches de insomnio, al lobo se le hacía la boca agua.
Saludos lelos!
hay quienes contamos Lobos y eso nos produce Insomnio.
No contaré Caperucitas por si las moscas.. que hay mucho Lobo suelto por ahî!!!
Yo cuento ovejas pero por millones: 1 millón de ovejas... 2 millones de ovejas... así no llego tan lejos.
Eva: ¿No serán vacas locas?
Víctor: Tenía insomnios húmedos.
Ernest: Como Pedro el pastor, que contaba lobos y bolas.
Eva (de nuevo): Si no cuentas cuentos, ¿qué te cuentas?
Marta: Pobre Babe.
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