—Muere, cabrón.
—Cálmate, joder, que sólo es un puto videojuego.
—¿Y éste? ¿Lo vas a descartar?
—No sé, ya veré.
—…
—¿Qué pasa? ¿No te gusta?
—No, no es eso.
—Si no te gusta, me lo dices y punto, ¿vale?
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JAVIER MARÍAS, “O que yo pueda asesinar un día en mi alma”
El País Semanal, nº 1.600, 27 de mayo de 2007
3 comentarios:
El diálogo está subiendo de tono y yo tengo esa mosca detrás de la oreja. Da la impresión de que va a terminar por el principio.
Me cargué a la mosca. Plafff!!
Besos, Al.
Pues yo quedé medio mosqueada...
Un beso
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