El problema no es que se trate de una pelea ilegal. El problema es que uno de los dos contrincantes no es un gallo. Simplemente está disfrazado de gallo.
El Gallo se congratula de no hallarse en su lugar. Está a punto de perder la vida, pero su dignidad permanecerá intacta. Definitivamente, no cambiaría su situación por la del perro que está a punto de descuartizarlo.
—¿Gallo? ¿Eres tú?
El Gallo sonríe. ¿Quién dijo que los Músicos de Bremen (dos de ellos, al menos) no volverían a actuar juntos?
lunes, 28 de septiembre de 2009
606. Pelea de gallos
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