El Cíclope (no Polifemo, sino otro) reclama su derecho al trono, alegando ser hijo del difunto rey Tuerto.
—A las evidencias me remito. ¿O es que no veis que sólo tengo un ojo bueno?
—Ya, pero yo tengo dos ojos medio buenos —contesta el príncipe Miope—. Eso hace un ojo bueno en total.
—Lo mismo digo —lo secunda el príncipe Hipermétrope.
martes, 29 de septiembre de 2009
607. En el país de los ciegos IV
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