martes, 27 de octubre de 2009

635. De nuevo, el último verano II

Dicen que donde ha sucedido una desgracia es más probable que toque la lotería de Navidad.

El gordo cayó muy cerca del bosque incendiado.

Concretamente, en el bolsillo de la cerillera muerta.

3 comentarios:

Miguel Cobo dijo...

¿Y si tocara en el 1.017? Realidad o ficción, esa es la cuestión,Mr. Hamlet.

(Yo buscaré ese número)

Anónimo dijo...

Suele pasar: ganas porque te lo merecías, pierdes porque también te lo merecías. O sea, la suerte no existe.

Valkyrie dijo...

La cerillera no sabe leer.

Si fuese ella, me liaría un canuto.