—El Elefante exagera —dice el Gato—. Lo que pasa es que no estaba por la labor. Ahora se arrepiente, después de nuestro sonado éxito.
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Los últimos días de Clark K.
Finalista del
Premio Bubok 2009
A la memoria de los elefantes
AUGUSTO MONTERROSO, “El dinosaurio”
Obras completas (y otros cuentos)
JAVIER MARÍAS, “O que yo pueda asesinar un día en mi alma”
El País Semanal, nº 1.600, 27 de mayo de 2007
2 comentarios:
¿Un aullido de dimensiones filarmónicas? La trompota del elefante alguna competencia habría de hacerles, ¿no?
No sabría sacar una conclusión clara de este cuento,puede que envidia? ,arrepentimiento?,falata de seguridad?...
me recuerda al comportamiento de los humanos ante determinadas situaciones.Al final no somos tan diferentes.UN BESO
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