martes, 13 de abril de 2010

803. A escondidas

Dios desaparece por un tiempo. De este modo puede pecar sin que nadie se entere.

8 comentarios:

Alís dijo...

Y puede hacerlo tranquilo, que ya tiene a la Iglesia que lo defenderá.

(Aunque el Dios de tu relato me parece tierno)

Beso

Alberto Ramos dijo...

La Iglesia tampoco se entera.

Valentin Ibarra - (acertijo) dijo...

Ah, las ventajas de ser el jefe.
¿Quien pudiera?

Ramón Besonías dijo...

Los seres humanos también nos permitimos de vez en cuando jugar a ser Dios. No sé que tal le va a Dios hacerse humano. A nosotros imitarle nos convierte en imbéciles.

misticaluz dijo...

bueno... en lo más profundo de cada uno de nosotros también tenemos ese Dios.. que es el que no ha de desaparecer...

Siempre un placer pasar a visitarte!!
Recibe un relajante y cálido abrazo para tu ser.

Beatriz

Lou dijo...

de esto no me cabe duda.

Alberto Ramos dijo...

Valentín: Hoy en día cualquiera puede. Sólo es cuestión de proponérselo, y apuntarse a un curso de Dios Para Principiantes.

Ramón: Sobre todo si no nos hemos apuntado a ese curso.

Beatriz: Dios te oiga.

Mem: Totalmente de acuerdo.

carlosdelaparra@live.com dijo...

Caíste en el lugar común de las religiones que antropomorfizan a Dios,y lo convierten en un Señor Administrador;no será acaso,planteo,que Dios más bien es una fuerza cósmica productora de toda clase de vida,que ahí queda libre para evolucionar,o no,sin que Dios esté de eterno árbitro.
Y que siendo un ser tan superior no necesite que lo asista ningún culto.