El despertador suena a las nueve menos cuarto. No lo entiende. Lo para. Intenta dormir un poco más, pero al final desiste. Se levanta. Entra en el baño. Mea. Va a ducharse, pero se lo piensa mejor. Primero se hará una paja. Vuelve al dormitorio. Abre el armario. Empieza a sacar las revistas, pero cambia de opinión. Primero se preparará un café. Camino de la cocina, se detiene. Hay algo raro, pero no sabe muy bien qué es. Realmente, necesita ese café. Sin embargo, entra en el despacho. Enciende el ordenador. Se sienta. Se conecta a Internet. Se le abre la página de inicio: lesbianascalientes.algo. Se empieza a descargar un vídeo. No se lo ha bajado del todo cuando empieza a masturbarse. Entonces recuerda que hoy es día de elecciones. La simple idea de tener que ir a votar le produce una pereza inmensa. Pero tiene que ir. Es cabeza de lista y tiene que ir. De repente, se da cuenta de que no hace falta. Puede hacerlo por Internet. De hecho, ahora lo recuerda, había decidido votar por Internet. Hasta había convocado a la prensa.
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1 comentario:
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