El señor Garrido pulsa el 7. La jovencita pulsa el 1. El señor Garrido no entiende cómo es posible que una chica tan joven y aparentemente sana coja el ascensor por un solo piso.
Las puertas están a punto de cerrarse, cuando entra un mensajero con un paquete. Mira el panel de botones. Mira la dirección del paquete. Vuelve a mirar los botones. Contrariado, se vuelve a la chica.
—Voy al ático, pero aquí no hay ático.
La chica se encoge de hombros. El señor Garrido pulsa el 8.
—Es el último piso —le dice al mensajero, que lo mira desconfiado.
El ascensor se detiene en el piso 718.
viernes, 25 de julio de 2008
176. Ático
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3 comentarios:
Muero por saber qué pasó después.
Surrealismo me perturba.
Claudia: El ascensor frenó en el ático y acabaron todos en el frenopático.
Xácome: Lo más pertubador es que está basado en hechos reales (o surreales).
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