A E.P.
Una mujer y un hombre hacen el amor en una cama de matrimonio.
Se oye el ruido de un coche aparcando en un terreno de grava.
La mujer y el hombre se separan, como impelidos por un resorte.
El hombre se levanta. Sigilosamente, se acerca a la ventana. Se asoma con precaución.
—¿Es un todoterreno negro? —pregunta la mujer, con un nudo en la garganta.
—No.
La mujer deja escapar un suspiro de alivio.
El hombre vuelve a la cama. Le tiemblan las piernas.
Segundos después, la mujer y el hombre están haciendo el amor de nuevo. Entretanto, oímos una voz en off:
—Si durante unos días no puedes disponer de tu coche, en Summerthur te dejamos otro.
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