La mascota de los neumáticos ha vuelto a engordar.
—No lo entiendo, porque casi no como.
Sea cual sea la causa, lo cierto es que empezó a ganar peso el día en que la dejó el gigante de los guisantes.
Aquel mismo día, por cierto, se compró una bomba para hinchar ruedas.
domingo, 17 de agosto de 2008
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