En un despacho. A un lado de la mesa hay un director creativo. En el lado opuesto, un redactor ojeroso.
Durante setenta minutos, aproximadamente, el redactor ojeroso lee el guión que ha escrito para un episodio de Aquí no hay quien viva siete vidas. El director creativo no lo interrumpe ni una sola vez.
Transcurridos los setenta minutos aproximados, el redactor ojeroso levanta la vista del texto.
El director creativo lo mira con cara de pared. Una pared no apta para jugar a pelota vasca.
Después de un minuto largo, el director creativo rompe el silencio.
—¿Qué más?
miércoles, 24 de septiembre de 2008
237. ¿Por qué en las agencias de publicidad no se hacen series de televisión?
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