—¿Ya has vuelto?
—Sí… ¿De dónde?
—¿De dónde va a ser? De PECAG, claro.
—¿PECAG?
—Ponerle El Cascabel Al Gato.
—Ah… Sí, ya he vuelto.
—Y… ¿cómo ha ido?
—Bien.
—¿Se lo has puesto?
—Sí. Claro.
—¿No ha habido ningún tipo de… de incidencias?
—No.
—O sea: ¿se lo has puesto…, así, sin más?
—De eso se trataba, ¿no?
—…
—…
—Muchacho, no sé si eres consciente, pero te acabas de convertir en un héroe. Tu hazaña será recordada por los meses de los meses.
—Bueno, no creo yo que…
—No seas modesto.
El gato se quita los auriculares. El micrófono funciona perfectamente.
viernes, 26 de septiembre de 2008
239. PECAG
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