Llegó a las cuatro de la tarde. La calle estaba atestada de polvo y de gente. Lo estaban esperando. De hecho, ya le tenían preparado un duelo. El otro no tuvo tiempo de desenfundar. Todos aplaudieron. Las chicas del saloon le entregaron un ramo de flores. El sheriff le dio la enhorabuena.
Era el forastero un millón.
lunes, 29 de diciembre de 2008
333. El forastero
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
el turista un millón novecientosnoventaynuevemil novecientosnoventaynueveeeeeeee
(con este ritmo era)
http://www.goear.com/listen.php?v=f32f599
y en mallorca fue feliz como el que mááás....
Un clásico.
(Más aquí.)
Publicar un comentario