sábado, 7 de noviembre de 2009

646. Siempre vuelven

Cuando el asesino regresó, la policía lo estaba esperando.

—Siempre vuelven al lugar del crimen —dijo el subinspector Aranda.
—Ya, pero… —El agente Díaz no concluyó la frase. Llevaba dos semanas en el cuerpo y no quería meter la gamba. Se limitaría a ponerle las esposas al suicida.