Pedro fue abducido y tuvo que comenzar una nueva vida en Ganímedes de Abajo. Tras desempeñar varios oficios (como minero sideral, deshollinador de volcanes y conejillo de andrómedas, entre otros), acabó dedicándose a lo que mejor sabía hacer: cuidar ovejas. Ovejas vaporosas, pero ovejas, al fin y al cabo.
Un día que estaba mortalmente aburrido, Pedro gritó aquello de:
—¡Que viene el lobo deletéreo!
miércoles, 27 de agosto de 2008
209. El lobo y Pedro (versión sideral)
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2 comentarios:
pobre Pedro... carencias lingüísticas causadas por la vida en el pueblo?
O por el choque de culturas.
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