El calamar polucionó con nocturnidad. Se ha justificado diciendo que sólo expulsó unos “hilillos” de tinta.
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Premio Bubok 2009
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Obras completas (y otros cuentos)
JAVIER MARÍAS, “O que yo pueda asesinar un día en mi alma”
El País Semanal, nº 1.600, 27 de mayo de 2007
2 comentarios:
Jajaja. Cuando despertó, el dinosaurio se bañaba en Palomares para demostrar la no toxicidad de esos hilillos.
Saludos lelos!
Es que se le habîa roto la pluma e hizo un desastre desparramàndolo todo...
Abrazos
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