Cuando los ochocientos sapos de la charca llegaron al claro entre los espinos, la Bella Durmiente todavía estaba allí.
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Obras completas (y otros cuentos)
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El País Semanal, nº 1.600, 27 de mayo de 2007
1 comentario:
Pues si se ponen a croar los ochocientos sapos a su lado, no hará falta que espere al apuesto príncipe para despertar. Monterroso again!!!
Saludos lelos!!!!
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